15) 4ª Etapa. (10/10/11) - MERIDA - CACERES (75,5 km)

Nuevo concierto matinal de bolsas y cremalleras y otro día que se pone en marcha. Hoy me levanto con buenas sensaciones. Noto que la etapa de ayer fue menos maratoniana que las dos primeras así es que siento que sera un buen día. Como siempre tras ponerme en marcha acudo a un bar donde tomar algo para no partir con el estomago vacío. Me dirijo hacia la zona del impresionante acueducto romano y tras el desayuno y las fotos de rigor al pie del acueducto me pongo en marcha. La etapa parte de Mérida por carretera en dirección hacia el pantano romano de Proserpina que se bordea por un sendero adyacente. La verdad es que es impresionante y cuesta creer que lleve allí milenios y no solo siga en pie sino que este operativo y almacene el agua que se utiliza para el riego de los cultivos de la zona. Sin duda la Vía de la Plata es una de las mejores rutas que hay en España para comprobar la presencia romana en nuestro país

El acueducto y el pantano de Proserpina

Cuando se deja atras el pantano de Proserpina, se toma una pequeña carretera hasta que las flechas te meten de nuevo en el camino por el parque natural del Cornalblo en direccion al Carrasclejo y despues a Aljucen. Desde Aljucen la cosa se empieza a complicar y el terreno se empina hasta Alcuescar. A esas horas el calor ya comienza a hacer acto de presencia para variar. Entre las concidiones y el tipo de terreno se me esta haciendo pesada la jornada. El terreno en ocasiones se complica y se pasan trialeras que te obligan a echar pie a tierra. Buffff....son ya las horas del mediodia y apenas he avanzado algo mas de 40 km. Esta claro que hoy la entrada a Caceres no sera precisamente pronto. Afortunadamente a partir de ahi el terreno se vuelve mas benigno. Por cierto que en esa zona se pasa cerca de varios miliarios, uno de ellos un miliario correo

Desde ahi poco cambia el paisaje hasta que se llega a Valdesalor pasando por un campo de aterrizaje civil en donde el sol cae a plomo y en donde no hay mas sombra que las que hacen las propias piedras. Por cierto que en la entrada de Valdesalor me encontre la segunda persona que vi en mi Camino ( 2 peregrinos extranjeros en 4 dias y ningun bicigrino). Se trataba de una mujer suiza de nada menos que de 73 años que estaba haciendo su 4º camino en solitario. Estuvimos charlando un rato del sentido del mismo y no puede por menos que expresarle mi admiracion por hacerlo y aun mas en sus condiciones. Y es que si este camino puede ser una prueba psicologica si se hace solo en bici, no quiero imaginar que puede ser hacerlo andando con esas distancias intermedias entre poblaciones, con esa soledad y desde luego con el calor y con 73 tacos....ahi es na...

Esta foto me la hizo ella....en el fondo se ve Valdesalor. Cuando llego alli, busco un bar donde parar a beber algo. Otro dia en el que el liquido entra en mi cuerpo a la misma velocidad a la sale. Entre 7 y 8 litros de liquido estoy bebiendo cada dia desde que arranco hasta que llego al albergue. Arranco de nuevo y me dirijo a Caceres. Y desde luego llego de nuevo bastante aplanado y para mas inri, no doy con el albergue. Ademas Caceres esta lleno de calles en subida y en bajada que a esa hora me mortifican especialmente. Al final acobardado, pregunto a unos chavales en coche si saben donde esta el albergue y muy mala cara me deben de ver porque se ofrecen a acompañarme hasta la entrada del mismo. La verdad es que se lo agradecí de veras. El albergue de Caceres es una especie de pseudohotel con habitaciones en donde hay varias camas. Yo duermo en una de 4 camas con un solo peregrino dentro pero que no esta cuando llego. Tras las obligaciones higiénicas propias del fin de la jornada me visto y me voy paseando al centro aprovechando que hoy estoy en una "capital". La verdad es que Caceres me encantó y una vez mas pude comprobar lo cierto que era aquel slogan turístico de "España sin ir mas lejos". En el centro, sus calles son estrechas, sus balcones dignos de un decorado de película de la epoca de los tercios de flandes y parece que en cualquier esquina te vaya a aparecer el capitán Alatriste. En la plaza de la villa ceno en una terraza superagusto mientras termina de anochecer y aunque estoy cansado callejeo un poco y hasta me doy el gustazo de comerme un helado antes de irme al albergue